Contextualmente, se asume que un equipo se caracteriza por la identificación con el logro
de los objetivos, aceptación de los roles, comunicación clara y fluida, involucramiento de
diversos componentes afectivos; espontánea colaboración y ayuda mutua; cohesión,
afinidad e identificación; conciencia de grupo y buenas relaciones interpersonales. Para
ello se requiere la movilización de recursos propios y externos, de ciertos conocimientos,
habilidades y aptitudes, que permiten a un individuo adaptarse y alcanzar junto a otros en
una situación y en un contexto determinado un cometido. Por ello, es importante definir
que el uso de herramientas de comunicación organizacional como estrategia se ha
convertido en uno de los ejes centrales de las empresas, ya que por medio de ella existe
una mejor relación comunicativa entre actores internos y esto se refleja hacia los públicos
externos; creando una imagen e identidad propia.